Luisa Fernanda Agudelo Arango. Docente de Español de Junior School en el Gimnasio Los Caobos.
Soy psicóloga de la Pontificia Universidad Javeriana y Maestra en Educación del Tecnológico de Monterrey, con experiencia de 16 años en educación infantil, enfocada en el acompañamiento del proceso de lectura y escritura, creación de estrategias pedagógicas basadas en el constructivismo para el desarrollo de competencias de comunicación, docencia virtual, educación inclusiva en el aula y experiencia en la adecuación de espacios y estrategias de enseñanza que permitan a los niños ser protagonistas de su aprendizaje.
A lo largo de mi quehacer profesional, he integrado los principios de documentación de la inspiración Reggio Emilia, logrando construir conocimiento en conjunto con los niños a través de la autorreflexión y la observación constantes de todos los miembros del grupo. De esta forma, ha sido posible desarrollar ejercicios de dibujo, creación literaria, razonamiento, pensamiento matemático, sensibilidad estética y cultura ciudadana . A continuación, se aprecian distintos procesos de documentación.
1. Documentación de conversación exploratoria sobre la importancia de las normas en diferentes interacciones humanas.
2. Ejercicio de simetría, forma, pensamiento espacial y observación.
3. La rana y la hormiga
Ejercicio colectivo de creación e ilustración con el grado Prekínder, a partir del cuento "El murciélago francés" de Paula Ríos.
Había una vez una hormiga a quien le gustaba visitar a su amiga la rana que vivía en el estanque. Un día se fueron de paseo a visitar un planeta lejano llamado Júpiter en donde había un gran remolino. El remolino tenía adentro un libro al que la fuerza del viento no solo le había borrado todas las letras sino que lo llevaba de un planeta a otro. Como la rana era muy curiosa, se asomó al remolino a ver el libro, y quedó atrapada y llegaron hasta Marte, en donde un murciélago los atrapó y los guardó. Menos mal, la hormiga llevaba un televisor que podía viajar entre planetas y, como la hormiga quería mucho a su amiga, se fue hasta Marte a salvarla. Cuando pudo liberar a la rana, la hormiga quiso llevarse también el libro para poder escribir nuevas historias sobre hormigas payaso que viajaban por el espacio.
